un estupendo pequeño vídeoanuncio del "gato" Julio Corpa ( JAMBOX ) para su sponsor de ropa SWELL, editado por "Kiko" Blasco.
¡¡ Como nos mola ver montar a Julio con su freecoaster ... !!
Publicidad Swell from Federico Blasco on Vimeo.
Ella...
Esto no quiere ser poema, prosa, cuento o ninguna forma de agrupar textos, solo es eso, un texto, escrito para comunicar y vomitar un vínculo tan grande como el que nos une a ella y a mi.
Ella no es familia, amigo o conocido, no esta por sobre ni por debajo de ninguna de estas personas tan queridas, ella esta a un lado de todo esto, en la banquina del camino.
Ella es ella, como dije antes, la creadora de un vínculo tan fuerte del que uno ya no se puede alejar. Ella esta entre los recuerdos mas gratos de mi, hasta ahora, corta vida. Ella es alguien que me despeja la mente, que me ayuda a pensar en frío en los momentos mas calientes, que me ayuda a sentirme bien cuando mi cuerpo y mente quieren decirme lo contrario. Ella me acompaña y acompañó en todo momento, en el azotador sol del verano, en el luminoso fresco del otoño, en las frías y maldecidas lluvias de invierno y en los calurosos vientos de la primavera.
Ella me cansa y me descansa, me alivia, me llena de energía, me hace sentir bien, ese bien que no me llega de otra manera ni haciendo otra cosa, solo ella me lo da.
Con ella hemos salido solos y con amigos, hemos hecho grandes amigos juntos, esos amigos con los que nos gusta mirar la acompañante de los demás, pero siempre querremos a la nuestra, porque con ella hemos vivido y disfrutado momentos hermosos, por más pequeños y cortos que hayan sido, sabemos que los recordamos y los recordamos con ella. Hemos salido de vacaciones con ella y sin ella, con ella la pasamos espectacular, porque salíamos por ella, y sin ella la hemos extrañado o aunque sea hubiésemos deseado que este ahi, para admirar y disfrutar del paisaje y el momento.
Ella pocas veces me ha abandonado, menos por supuesto de las que la abandone yo, si ella me ha dejado “a gamba”, es porque yo no la he sabido cuidar y no la atendí de la forma que ella lo necesitaba.
Hemos paseado por muchos lugares, paseamos por ásperas, resbalosas, nuevas o rotas veredas, por verdes y arenosos pinares, por calles de blanda arena y abrasivo cemento, por caminos duros de piedra y polvorientos de tierra, hemos disfrutado del fresco y suave aroma del campo y de los penetrantes sonidos de las olas al romperse en la arena por la que nosotros mismos transitábamos, de la soledad de los médanos en los que nos divertíamos con amigos luego de un día de lluvia y de los barriales en los que nos metíamos como si tuviéramos 15 años menos.
Hemos sufrido accidentes juntos, generalmente pequeños, pero accidentes al fin, los cuales nos han dejado alguna que otra “frutilla”, una prenda desgarrada o un mal momento, pero todo pasa y se soluciona, sobre todo ella, que firme, siempre ha estado a mi lado con el carácter que se necesita para levantarse y “echarse a rodar”.
Ella me ha acompañado en mis pocos triunfos y en mis varias derrotas, siempre a mi lado, y aunque la cara cambie, el espíritu sigue siendo el mismo, ese espíritu que me acompaña con mas ganas desde 1992, cuando todo era fervor y alegría, al igual que cuando éramos una multitud paseando por la ciudad de Villa Gesell a toda hora.
Ella estuvo en todos los momentos del día, mañanas, mediodías y tardes cualquiera, desde madrugadas de domingo, hasta la madrugada de un 1 de enero, desde una salida a las 6 de la mañana hasta una bajo la naranja tonalidad de la noche en la ciudad.
Me ha aguantado flaco, gordo, renegado, triste, feliz, cansado y con “pilas”, siempre me ha escuchado y nunca se ha quejado, siempre se la banco.
Ya varios años han pasado desde que la conocí, y aunque tal vez no le de tanta “bolilla”, ella debe saber que sigo pensando en ella en cada día que pasa, y que siempre la recuerdo por los momentos que vivimos juntos.
Solo queda agradecerle por las experiencias vividas y por las que faltan por vivir juntos.
Y espero que dentro de muchos años, nos sigamos viendo aunque sea un ratito para recordar esos momentos y volver a disfrutarlos con amigos, esos amigos a los que les gusta patear palancas como a mí.
Si me olvido de algo, es seguro que algún día lo voy a recordar y me voy a poner contento, igual hagan ustedes muchachos, y recordaran buenísimos momentos pasados con ella.
Para vos, mi bici, estas palabras.